En el tiempo socioproductivo que
hemos tenido, nuestros deberes impositivos los hemos cumplido a cabalidad
gracias a que nuestro asesor fiscal¸
perteneciente al grupo de asesoría fiscal lleida nos ha sabido orientar de manera integral para lograr pagar
lo justo y de manera inteligente.
Sí, nos hemos saltado el agobio de
gastos excesivos, no saber qué declarar y qué no, cómo apegarnos a las exenciones
que caben a lugar para nuestro modelo de trabajo, entre otras ventajas.
Porque el cumplimiento de nuestros deberes jamás debe ser una tortura, enredo
o un equívoco en contra de nosotros u omisión que nos sea penalizado. Un asesor
fiscal nos colabora de manera amplia, oportuna y rauda para que este deber
cívico sea cumplido a cabalidad, sin que nos resulte un tormento o un motivo
para desapartarnos del área comercial.
¿Qué hace un asesor fiscal?
Este profesional del derecho
fiscal, técnico medio o licenciado (según el país), se encarga de asesorar a
sus clientes en la forma correcta –y astuta-, de cumplir ante la legislación
tributaria.
El asesor fiscal, en base a sus
conocimientos sobre el sector impositivo, se encarga de verificar los balances de
una empresa, sea de manera autónoma, gubernamental o bajo contrato fijo o
temporal, logrando con ello la reducción
de impuestos, siempre acorde a las leyes fiscales y el modelo de negocio que se tenga, contando además las regulaciones
especiales temporales que Hacienda / Sector Tributario, ofrezca al
conglomerado.
La labor de este especialista logra
en la mayoría de los casos, cuentas adecuadas para la empresa y actualización
de los procesos enmarcados en la legislación fiscal sobre los impuestos.
Contratar a un asesor fiscal para
los actos descritos, resulta un ahorro mayor y una seguridad latente de haber
cumplido a cabalidad ante el compendio de normas que el sector tributario
impone y modifica en cada ejercicio
fiscal. Incluso, cobrando su asesoría, la inversión general es menor a la
que podría estimarse.
Características generales
Aplica a un enorme sector
poblacional, cuyas ganancias anuales son similares o superiores a los márgenes
que el sector de Hacienda coloca, incluyendo a quienes reciben herencias u
obtienen ganancias de actividades como concursos, loterías y más recientemente,
de los servicios digitales y/o sector de las criptomonedas.
Asesoran y planifican en el marco de la normativa tributaria, con
especial interés en la defensa de los intereses de sus clientes - contribuyentes.
Informan, asisten y/o representan a
sus clientes ante la Administración
Tributaria, defendiendo sus derechos en los distintos procedimientos de gestión e inspección tributaria.
Contrastan y gestionan la
información en materia tributaria a través de bases de datos fiscales
telemáticos, para lograr los objetivos establecidos.
Un asesor fiscal conoce la realidad
jurídico-tributaria del país, lo que
le permite accionar de manera lógica y efectiva en los plazos establecidos,
ante problemas determinados.
Cumplimentan las liquidaciones
tributarias tanto en tiempo como en forma.
Brindan a los clientes (contribuyentes
que pueden ser personas físicas o jurídicas), el análisis detallado de la normativa tributaria y ofrecen la
interpretación y actuación administrativa que aplicare a la casuística en
concreto a asesorar.
Identifica todas las
responsabilidades tributarias que se relacionen con la errónea calificación de
las operaciones y el no cumplimiento de las obligaciones tributarias formales y/o materiales.
Un asesor fiscal conoce el espectro
imponible en los derechos aduaneros, su regulación y la de los diferentes
regímenes aduaneros suspensivos.
Brinda asesoría y la metodología
para aplicar y apegarse a la legislación en la materia, además de poder actuar
como representante legal en lo respectivo a tributos nacionales, así como los cedidos a las gobernaciones,
alcaldías, intendencias, provincias o comunidades autónomas, con el fin de
aplicar estrategias de optimización
fiscal para el contribuyente (su cliente).
El asesor fiscal realiza una
planificación en la materia, adecuada a la transmisión de bienes y derechos de los contribuyentes, la sucesión o herencia de
las personas físicas o la estructura y composición de un patrimonio personal,
sea este en base a su trabajo, ventas o ganancias por juegos de envite o azar.