Uno de los males recurrentes en las clases de educación física en escuelas, liceos y universidades, es que dan a entender al alumnado que ya saben todo, que sólo han de ir a la práctica y aprobar por ello. Para nada le enseñan lo esencial del deporte y nutrición, sino que lo dejan a su empirismo.
Cuando las personas eligen un deporte a su gusto o deciden hacer ejercicios en gimnasios o al aire libre, están llenos de suposiciones, pero no de conocimientos esenciales que les permitan tomar el provecho de todas las actividades inherentes a su decisión pro salud, desde programar sus rutinas diarias hasta comprar nutricion deportiva.
De allí que les surjan dolores, complicaciones, heridas, fisuras, agotamiento excesivo y se desmoralicen al no construir músculo, mantenerse obesos, no poseer la condición cardíaca debida y sentir que su tiempo, esfuerzo y dinero se han visto desperdiciado.
Tanto deporte y nutrición se enseñan de manera cónsona y armónica, para crear rutinas saludables no traumáticas, sino naturales.
Hay varios temas al respecto; de manera concisa queremos exponer las más adecuadas para que toda persona, de cualquier edad y género, tome de manera organizada una construcción realista en cualquier especialidad que tome.
Incluso la caminata, el trote o hasta en los deportes ciencia, esta guía esencial sobre deporte y nutrición, les cambiará para mejor la vida, como no enseña cualquier especialista en educación física, sino quienes son pedagogos y humanistas de verdad.
Deporte y Nutrición
Consejos para iniciar actividades deportivas
Consulta a un médico antes de comenzar cualquier actividad física. Para formar una nueva condición, debes conocer la actual, especialmente desde los 10 años de edad.Elige un deporte que te guste y te motive. Y sí es
en un gimnasio, observa cómo es el ambiente social.
Empieza poco a poco para evitar lesiones. El músculo y las mejoras físicas no
son como en la TV. Aparecen con tiempo, esfuerzo, constancia y programación.
Establece metas realistas y alcanzables, tanto en deporte y nutrición. No es
explotarse, es saber hasta dónde se puede y al llegar allí, fijar nueva meta.
Calienta y estira antes de entrenar. Las lesiones surgen del apremio. Calienta
cada músculo de manera metódica y sin temor al qué dirán.
Escoge el equipo deportivo adecuado. No es precisamente el más caro, sino el
que puedas costear y se ajuste a cada objetivo.
Escucha a tu cuerpo y respeta tus límites.
Explotarse no es buena idea.
Varía tus rutinas para evitar la monotonía. Ello aleja el abandono y transforma
al deporte y nutrición en una segunda naturaleza.
Descansa adecuadamente entre sesiones de entrenamiento, todo debe ir con
equidad.
Mantén una buena postura y técnica; para ello, ten un espejo o un aliado.
Hidrátate correctamente antes, durante y después del ejercicio con pequeños
sorbos de agua a temperatura ambiente.
Realiza un enfriamiento al terminar tu actividad física, así sacarás al cuerpo
del ejercicio y lo llevarás a tu rutina diaria, creando un balance intuitivo.
Incorpora ejercicios de fuerza y flexibilidad, que deberías consultar con un
experto.
Practica ejercicios de equilibrio y coordinación, ello te ayudará a tener mejor
capacidad de respuesta psicofísica.
Encuentra un compañero de entrenamiento para
motivarte; si no lo hallas, no te desanimes, pronto aparecerá.
Deporte y Nutrición: Consejos para nutrirse correctamente para actividades deportivas
Consume una dieta equilibrada y variada, diseñada por nutriólogos.
Prioriza alimentos naturales y evita los ultra procesados, en una relación
90-10 según costumbre.
Incluye carbohidratos, proteínas y grasas saludables en tu dieta; haz un menú
de 2 semanas que te ayude a cumplir con esa alimentación.
Come porciones adecuadas para tu nivel de actividad física, realizando comidas
pequeñas y frecuentes a lo largo del día (cada 2 ½ horas).
Consume alimentos ricos en fibra para una buena digestión.
Evita las comidas grasosas y pesadas antes del
ejercicio. No hagas ejercicio sin antes haber comido.
Considera suplementos si es necesario, pero con supervisión. Estos son buenos
acompañantes.
Incluye alimentos energéticos como frutas, frutos
secos y granos enteros a modo de merienda vespertina.
Evita el consumo excesivo de azúcares y alimentos
procesados. Los domingos por la tarde o en fiesta, una hamburguesa o un asado
no te harán mal. Negártelos te causará ansiedad.
Busca apoyo de un médico especialista en deporte y
nutrición (nutricionista deportivo) para una guía personalizada; es una
inversión baja, pero necesaria no sólo por la energía, sino por tu salud
integral.