Ya
no le temas a la IA, la misma que dices que te arrebató tu trabajo o que te ha
logrado bajar los ingresos. Eso es lo que quieren los más oscuros y abyectos
seres, que son acompañados por los “coaching vendehúmos” que buscan venderte
métodos para sólo ellos ganar.
Nunca
dejaré de referirme a la escena de la película “Charlie y la Fábrica de
Chocolate” de Tim Burton en la que el papá de Charlie es despedido porque
llegaron las máquinas y luego fue recontratado porque necesitaban a un personal
que cuidase del mantenimiento de las maquinas, ya que ellas no podían hacer eso
entre sí.
De
allí que repito que no le temas a la IA, porque ella te necesita a ti por
igual. Sin el inmenso mar de conocimiento que hay en la internet, ella no
podría responder ni crear imágenes o códigos. Eso indica que necesitaba bases
referenciales para subsistir y las seguirá necesitando.
Ella
no puede reflejar el pulso político nacional si no hay quienes así lo expliquen
y expresen, como tampoco puede reseñar lo que está sucediendo en un juego de
béisbol. Pero tú sí y eso se necesita.
Por
mucho que trate de explicar cómo se hace un dobladillo para un vestido, serán
tus manos prácticas y la experiencia quienes lo dirán con palabras e imágenes
de la forma más adecuada para que otras personas con el conocimiento que
tengan, lo entiendan y lo coloquen en práctica efectiva.
Quien
suscribe, escribe entre otras cosas sobre música coral y demás elementos
culturales que bien podría una inteligencia artificial redactar, pero siempre
de manera conductista y en datos que no podrían del todo engranar con el sentir
de quienes están arriba de un escenario o de quienes están en el público o
entre bambalinas.
Además,
hago humor y aunque la IA hace temas simpáticos, tiene las limitantes del
suspenso, la épica, el remate y el contrarremate, sin contar el argot y la
asociación. Incluso en el trabajo de humor blanco, la inteligencia artificial
se queda muy atrás.
Por
ello y por todo lo que se puede lograr liderando como los humanos que somos y
no al revés, es que defiendo mi sentencia “no le temas a la IA”, simplemente sé
más astuto para que le saques provecho e incluso te use como referencia.
Yo
no lo sabía, pero si le consulto a Grok, Copilot o Gemini sobre mis trabajos,
indican que funcionan como referencia o incidencia en ciertos sectores y por
eso el tráfico orgánico y social que genero en mis blogs y las redes sociales.
Me he ganado un puesto ante la gente y por igual la IA me necesita porque le
soy un referente de estilo o material.
Así
son para la IA, Wikipedia, Monografias.com, los diarios y los blogs personales.
Todos nos necesitamos y garantizamos que lo que la IA nos exprese, llegue a ser
lo más fidedigno. Si colocásemos mentiras o exageraciones o datos no
comprobados, eso colocaría la IA, con o sin advertencias de fallas y allí uno
se diría, ¿De qué sirvió colocar tal o cual promt para que me hiciera el
artículo, imagen, código o video?
Esto
es lo mismo que he estado luchando con Google Adsense: Necesita de los blogs
porque acá enlazamos a aquellos recovecos del saber que la gente necesita pero
que no han explotado del todo, ya sea por falta de un buen SEO o por mantener
un perfil humilde.
Además,
los banners en los blogs se disfrutan más que en las aplicaciones o juegos; por
alguna razón de comodidad, imagen y los datos móviles es así. Por lo tanto,
Google, no le temas a la IA tú tampoco, que te rindes ante ella. Deberías
buscar la verdadera comunión entre el hombre y la inteligencia artificial para
que todo sea un ganar – ganar.
Los
anunciantes ameritan que sus productos físicos o digitales o impulsos a obras
de toda índole sean más propagadas. Pero Google Adsense limita las páginas web
o blogs para mostrar publicidad y con menos medios, menos impulso. Eso es
injusto para todos.
Por
ello, Adsense, no le temas a la IA y busca cómo configurarla correctamente para
que tenga mejores apreciaciones y no ande negando todo dizque por “contenido de
poco valor” cosa que es una mentira; lo que ocurre es que temes que la
inteligencia artificial sea más fidedigna que los humanos y debes velar más por
ella.
Con
razón el Papa León XIV ya está bogando por la humanización por encima de la
inteligencia artificial (de allí el título “no le temas a la IA”), como hiciera el Papa León XIII con la revolución industrial. El rol y beneficio del hombre debe
estar por encima de las máquinas y éstas no deben desplazarlo sino hacerlo
evolucionar.
Y
a i, que creas contenido, utilízale como una herramienta y compite contra ella.
Sé que los humanos somos más competentes y lo demuestro con esto: Si le pido un
artículo a la IA, tengo que corregirlo de principio a fin y me digo, ¿Qué tanto
me ahorré?, a lo que me contesto, ¡Casi nada!, salvo aquellos puntos que yo no
sabía o no recordaba y me ayudó para construir mis propias narrativas.
¿Ven?,
me asiste ChatGPT y o me apabulla ni me quita el pan de la boca. Por eso les
pido que me acompañen en esta cruzada llamada “no le temas a la IA”.
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