El Síndrome Burnout,
conocido como "síndrome del quemado", es una alteración
psicológica relacionada con el ámbito laboral que se manifiesta como un estado
de agotamiento físico, emocional y mental.
Este fenómeno, caracterizado
por un proceso gradual, puede resultar en la pérdida de interés en las tareas y
un sentimiento de irresponsabilidad hacia ellas, incluso conduciendo a la
depresión en casos severos.
Aunque aún no figura en los
principales manuales de diagnóstico, su impacto en la calidad de vida ha
llevado a un creciente interés por parte de investigadores y profesionales de
la salud mental desde que fue descrito por primera vez en 1969.
Con el tiempo, se ha formulado
como un síndrome que abarca el cansancio emocional, la despersonalización y la
disminución de la realización personal, especialmente en personas que
interactúan directamente con clientes o usuarios.
Síntomas y manifestaciones
El síndrome Burnout se
manifiesta a través de diversos síntomas, los cuales pueden tener repercusiones
a nivel individual, así como en varios temas del entorno organizacional y
social.
Entre los síntomas más comunes
se encuentran el agotamiento emocional, la despersonalización y la falta de
realización personal. Este agotamiento se traduce en una intensa fatiga tanto
física como psíquica.
La despersonalización se
refleja en actitudes negativas hacia los usuarios o colegas y en un aumento progresivo
de la irritabilidad. Por su parte, una disminución de la autoestima y la
frustración ante expectativas no cumplidas son comunes en quienes padecen este
síndrome.
Así, se observa que tanto las
características individuales como las condiciones laborales pueden contribuir
al desarrollo del Burnout, indicando que es un proceso complejo que requiere
atención y cuidado.
Causas del síndrome Burnout
El origen puede rastrearse a
múltiples factores, tanto a nivel personal como organizacional. La falta de
control sobre decisiones que afectan el trabajo, como horarios o cargas de
trabajo es una de las principales causas.
Asimismo, unas expectativas
laborales confusas y dinámicas de trabajo disfuncionales, como relaciones
conflictivas con compañeros, clientes o supervisores, pueden intensificar la
sensación de agotamiento.
La incompatibilidad de valores
entre el trabajador y la organización, junto con un desajuste en el puesto de
trabajo, son también determinantes que generan estrés acumulado.
Otras causas incluyen la
monotonía extrema o situaciones laborales caóticas, la ausencia de un apoyo
social adecuado y un desequilibrio entre la vida laboral y personal. Estos
elementos deben ser identificados y abordados para prevenir el desarrollo del síndrome.
Efectos y tratamiento
Las consecuencias del Síndrome
Burnout son serias y pueden repercutir en la salud física y mental, notándose varias
constantes en los individuos afectados pueden experimentar desde insomnio y
estrés extremo hasta síntomas fisiológicos como dolores de cabeza, problemas
gastrointestinales y un deterioro general de su bienestar.
Ignorar estos síntomas
prolonga la situación y puede resultar en condiciones más graves, incluyendo
depresión y ansiedad.
Para abordar el síndrome Burnout
todo profesional debe implementar estrategias que reduzcan los factores
estresantes. Una buena comunicación con supervisores y compañeros, el
establecimiento de límites claros entre el trabajo y la vida personal y la
búsqueda de apoyo social son medidas que pueden ayudar.
Además, es fundamental considerar la posibilidad de una reevaluación de intereses y habilidades, así como la incorporación de actividad física regular, lo que contribuirá a un mejor manejo del estrés. Reconocer y actuar ante los síntomas de Burnout es esencial para restaurar el equilibrio y promover una vida laboral más saludable.
Los departamentos de Recursos
Humanos (ahora llamados Capital Humano), deben atender los reclamos de los
afectados directos como de sus compañeros, evitando tomar como primera opción el
despido, suspensión o multa.
Consultar al psicólogo de
planta o algún otro colegiado será el primer paso para colaborar con la persona
que sufra el síndrome; se debe ser un líder y una persona con empatía para
colaborar con un subordinado o compañero para que salga de este tipo de
letargo.
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