Ante los niños jamás se ha de aplicar el uso de armas, mucho menos ellos las han de portar, tocar, usar; de hecho, se les debe enseñar a repelerlas psicológica y moralmente o, dado el caso, utilizarlas en su vida adulta bajo el estricto entrenamiento militar, policial o de seguridad especializada.
Los adultos
mayores no deberían empuñar un arma y menos para ser una línea de defensa. El arma
no te hace invulnerable y el tiempo no perdona. ¿Defenderse y defender a un
país?, claramente, haciendo énfasis en un país o para la defensa personal. Pero
en casos extremos.
Ningún adolescente
debe sentirse animado, divertido y envalentonado porque le enseñan el uso de
armas; peor sí sus actitudes son despectivas o de falsa superioridad ante los
demás. Se le critica a los que se van por el camino de la delincuencia y por
igual a quienes son inducidos a usarlas para atender asuntos relacionados que
deberían atender los soldados y agentes policiales, luego de la diplomacia.
Todos tenemos
derecho a saber manejar un arma y hacer o no uso de dicho derecho, es netamente
optativo y, aunque habrá quien lo critique, es lo mejor. Aquello de “quien saca
un arma, debe usarla”, es una sentencia fáctica y fatua que termina materializándose
y desgraciando vidas, sea incluso en pro de la legítima defensa.
Y quien
aplica al derecho del porte de armas, debe asumir los deberes y
responsabilidades inherentes a ello. Porque la displicencia y las ganas de
entretenerse como sí fuese Counter Strike o Fortnite o una película de Rambo,
termina generando caos y peligro para quien quiera en derredor como incluso
para el que los porta.
Uso de armas en forma irresponsable
Hay varios
temas discutibles en distintas posiciones sobre la segunda enmienda de la Constitución
de los Estados Unidos que permite el legítimo derecho a la defensa y que
infiere en el uso de armas que la Asociación Americana del Rifle defiende a
capa de espada, transformándole en un poder que hace inadmisible un verdadero
control de armas.
De allí
que la venta de armas en centros comerciales o tiendas tipo Walmart, expuestas como quien toma un
tomate en exhibición y unos controles que siguen siendo débiles, abre las
puertas para que aquellos que sólo ven venganza, muerte, separatismo, locura como
solución a los problemas sociales, las usen y generen desgracias.
Hay una
gran diferencia entre el uso de armas para la legítima defensa y otro para
dirimir aquello que la mente, educación, ideología y moral no puede o quiere
resolver como hace la gente buena.
Y esas acciones
americanas las vemos peor en los países musulmanes donde hacer uso de las armas
para acabar con los impíos que no lo son, es más un placer y deber que les
llena de satisfacción que lo que realmente es: un asesinato que atenta contra
el Dios verdadero y su creación.
Y la tenencia de armamento, es peor
Entrenar casi
que con un tutorial de YouTube y unas prácticas es una manera irresponsable de
enseñarle las verdades que hay detrás del manejo de armas a la población, salvo
que llegue un invasor repentino y la vida así lo solicite. Y tiene ciertas
limitaciones escalonadas que se adhieren a capacidades físicas, mentales y
actitudinales.
Porque crear
blancos fáciles (la impopular “carne de cañón”) es un delito de guerra que no
prescribe, incluso sí la gente voluntariamente se unió a la causa, lo que en
circunstancias de rescate y resguardo de territorio, es loable y no de servicio
de guardaespaldas.
Y esas
armas que quedan en manos de algunos, luego las usarán o se las quitarán para
quien sabe qué cosa, creando un ciclo sin fin de debacle social y zozobra, sea
quien sea que se las haya dado.
Las armas
son para que las manejen los fuertes mentales, físicos y de actitud. Miren que
hasta Rambo las usaba bien, pero los horrores de lo que tuvo que hacer en
combate, lo trastocaron y tuvo que lidiar contra el enemigo en sus hombros,
evitando salirse del carril al utilizar sus dotes a favor de los justos.
Pero,
¿Habrá gente que asuma el uso de armas al que accedió y las consecuencias que
jamás pensó cuando aceptó empuñarlas?
No todas
las circunstancias son iguales, como ocurre en Ucrania e Israel, que son
entrenados para ello y en algunos casos, express, pero completo. Ellos fueron
enrolados por tener las capacidades y muchos han quedado muertos o mutilados,
pero con honor.
Lo que no
sabemos es que quienes usarán armas para otros conflictos, estén al tanto de lo
que puede ocurrir y que no es una partida de Call of Duty, sea en el país que
sea.
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