Quien suscribe, Argenis Serrano,
jamás se haría un tatuaje y no es porque los desprecie o deplore, sino porque
no existe palabra o imagen que guste colocar en mi piel. Y respeto a quienes
deciden hacerse un tatuaje o varios, porque es el respeto ajeno que conlleva a
la paz.
Eso sí, sea o no solicitada mi
opinión al respecto, hay un algo en que soy vertical sobre el tema: Hacerse un
tatuaje es una responsabilidad, así que el mismo debe ser planeado y sentido.
Por ello es que se tatúa la piel, para identificar un instante que marque la
vida y brinde significado e importancia al mismo. Lo demás es capricho o moda que
termina llevando a la gente al hartazgo de tenerlo.
Más de un especialista de tatuaje en madrid ha dicho que les
pregunta a los clientes qué quiere y qué siente con el arte que colocará en su
piel. Esto es de altísimos profesionales porque ayudan a las personas a
brindarle un sentido de valor tácito e incuestionable a la obra que estará en
su piel.
Cuando no hay consenso con uno
mismo o no se pide ayuda, el tatuaje se transforma en un destino. ¿No me
creen?, pues vean programas en Discovery, Pluto TV o MTV de personas
arrepentidas de un tatuaje que buscan eliminar o cubrir.
Hacerse un tatuaje –salvando las
distancias- es como tener un hijo: Planeado y con el plus del valor del querer,
llega a habitar en la piel e igual, en el alma.
Hacerse un tatuaje
He aquí un compendio de
curiosidades que harán de la lectura algo más ligero y aleccionador para que te
realices un tatuaje de buen gusto y por siempre a tu gusto.
Las motivaciones más comunes para
hacerse un tatuaje incluyen expresar la individualidad, conmemorar a alguien o
algo importante, recordar experiencias significativas, expresar creencias o
valores personales, embellecer el cuerpo y crear arte personal.
Implica decisión, determinación y
saber visualizar el tamaño, colores y el detalle original y con significado de
vida que buscas con el mismo. Tómate tu tiempo.
Antes de hacerse un tatuaje lo
mejor es investigar al artista, elegir el diseño con mucha antelación e incluso
colocarle tus toques personales y la ubicación / orientación del tatuaje; y seguir
las recomendaciones de cuidado de la piel y depilación.
Durante la realización del tatuaje
(sesiones), procura mantener la calma y paciencia y seguir las instrucciones
del artista.
Después de realizado cuida
adecuadamente del tatuaje, evita la exposición al sol y mantén la piel limpia.
Ante cualquier situación adversa, consulta con un dermatólogo sin causarte
alarma, en ocasiones las reacciones dermatológicas resultan impredecibles ante
la tinta.
Por lo general los colores oscuros
como el negro y los tonos más fuertes contrastan bien con pieles claras,
mientras que los colores más claros y brillantes resaltan en pieles más oscuras.
Algunos de los tatuajes más
solicitados incluyen símbolos tribales, animales / insectos, rosas, aves, citas
inspiradoras, nombres o fechas importantes, retratos y diseños geométricos.
El significado de un tatuaje puede
variar ampliamente dependiendo del diseño y la persona que lo porta, ya que
pueden representar cosas personales, creencias espirituales, recuerdos,
emociones, relaciones, entre otros.
Si puedes describir los instantes
con un arte, sea este directo o una combinación (como el cuerpo de una mujer
con la cara de un arcoíris), mucho mejor, ya que cada tatuaje hablará por si
solo y a su vez, te permitirá contar historias.
Hacerse un tatuaje es como escribir
un libro de cuentos cuyas imágenes están en las páginas de tu piel.
Tener tatuajes no suele tener
consecuencias graves, pero puede causar reacciones alérgicas, cicatrices,
decoloración de la piel, o potencialmente dificultades para encontrar empleo en
ciertos entornos laborales.
Para combinar tatuajes con un
entorno laboral formal, se sugiere mantener los tatuajes discretos, considerar
su ubicación y visibilidad, y seguir las políticas de vestimenta del lugar de
trabajo. El espíritu de rebeldía no está en exponerlos aunque te digan que no
debes, sino tenerlos y saber que valen para tu historia personal, los vean o no
los demás.
Los tatuajes pueden mejorar la
autoexpresión, autoestima, el empoderamiento personal y servir como
recordatorio constante de algo significativo para la persona que lo lleva.
Las opiniones religiosas sobre los
tatuajes varían. Algunas religiones como el judaísmo, el islamismo y algunas
ramas del cristianismo desalientan o prohíben los tatuajes, mientras que otras,
como algunas sectas cristianas, los aceptan.
Aunque no hay países que prohíban
los tatuajes en general, algunos países pueden tener regulaciones específicas
sobre tatuajes, como Japón o El Salvador, donde los tatuajes están asociados
tradicionalmente con la delincuencia y se observan restricciones en ciertos
lugares públicos.
Se cree que los marineros fueron
los primeros en popularizar los tatuajes en Occidente, ya que los llevaban como
símbolos de protección y para identificarse en caso de naufragios. Los tatuajes
en prisiones también tienen una larga tradición, como rango de “autoridad” o el
número y tarea que se les ha designado, algo similar con algunos componentes
militares o policiales.
En muchos lugares las personas con
tatuajes pueden donar sangre siempre que cumplan con los requisitos de
elegibilidad y hayan visitado instalaciones de tatuaje reguladas por
autoridades de salud.
Los riesgos de los tatuajes
incluyen infecciones, reacciones alérgicas a la tinta, cicatrices, decoloración
de la piel y posibles complicaciones de salud si los procedimientos no se
llevan a cabo de manera adecuada.
Las partes del cuerpo más sensibles
para hacerse un tatuaje suelen ser aquellas con menos tejido graso y mayor
densidad de nervios, como la parte interna de los brazos, las costillas, el
cuello, las manos, los pies y la columna vertebral.
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