Varios Temas: MANEJAR CONFLICTOS EN EL TRABAJO

El entorno laboral puede ser un lugar donde surjan diferencias, tensiones y conflictos. enfrentar estas situaciones de manera efectiva es posible y puede ser una oportunidad para el crecimiento personal y profesional, entre otros varios temas. Al abordar los conflictos con una mentalidad abierta y constructiva, es posible transformar diferencias en resultados positivos. Aquí te compartimos diez consejos fundamentales para manejar conflictos en el trabajo de manera efectiva.

manejar conflictos en el trabajo

Manejar conflictos en el trabajo

Mantén la calma

Un mensaje que, por obvio, resulta engorroso y quizás absurdo, pero necesario. En situaciones de conflicto, es fácil dejarse llevar por las emociones y reaccionar de forma impulsiva. Oblígate a tomarte un momento para respirar y calmarte antes de responder, para evitar lo malo de resarcirte o que te ataquen. Mantener la calma te permitirá pensar con claridad y evitar que la situación se intensifique. Recuerda que una respuesta reflexiva es mucho más efectiva que una reacción visceral.


Manejar conflictos en el trabajo: Escucha activamente

La escucha activa es una habilidad clave que muchas veces se pasa por alto durante los conflictos. Es esencial prestar atención a lo que la otra persona está diciendo sin interrumpir. Esto muestra respeto y también te ayudará a comprender mejor sus puntos de vista y preocupaciones. 

Practica la técnica de reflejar lo que has escuchado, repitiendo en tus propias palabras lo que la otra persona ha expresado. Esto confirma que estás prestando atención y permite a la otra persona sentirse valorada y entendida, lo cual puede ser un paso crucial hacia la resolución del conflicto.

 

Manejar conflictos en el trabajo: Comunica con claridad

Una comunicación clara y directa es fundamental para resolver conflictos. Evita rodeos y sé respetuoso al expresar tus pensamientos y emociones. Utiliza un lenguaje sencillo y preciso para evitar malentendidos. Al comunicar tus ideas, es útil emplear el "yo" en lugar del "tú", ya que esto reduce la sensación de acusación y permite que la conversación fluya de manera más constructiva.

 

Busca soluciones, no culpables

En un conflicto, a menudo es fácil caer en la trampa de buscar culpables. Sin embargo, el objetivo más constructivo es enfocarse en encontrar soluciones. Rodéate de un enfoque colaborativo donde ambas partes puedan proponer posibles soluciones al problema en cuestión.

Formular preguntas como “¿Cómo podemos resolver esto juntos?” o “¿Qué propuesta puede satisfacer a ambas partes?” puede fomentar una atmósfera de cooperación. El verdadero objetivo debe ser trabajar juntos para lograr un resultado positivo, en lugar de perder tiempo en recriminaciones.

 

Manejar conflictos en el trabajo: Sé empático

Intentar ponerte en el lugar de la otra persona puede cambiar completamente tu perspectiva. A veces, comprender las experiencias o emociones de la otra parte puede ayudar a desescalar la tensión y fomentar la cooperación. Haz preguntas abiertas que permitan a la otra persona expresar sus sentimientos y experiencias. Frases como “Entiendo que te sientas así” pueden ayudar a crear un ambiente más comprensivo y menos confrontativo.

 

Manejar conflictos en el trabajo: Establece límites

Si el conflicto se vuelve recurrente, es importante establecer límites claros de manare calmada, asertiva y firme. Asegúrate de comunicar de manera honesta hasta dónde estás dispuesto a ceder o qué comportamientos no tolerarás. Establecer límites puede prevenir malentendidos futuros y permitir que ambos se sientan más cómodos en la interacción.

 

Manejar conflictos en el trabajo: Evita chismes y rumores

Estos sólo alimentan la tensión en el lugar de trabajo y pueden escalar un conflicto ya existente. Evita involucrarte en conversaciones no verificadas que puedan perjudicar la relación con tus colegas. En lugar de eso, dirígete directamente a la persona involucrada si sientes que hay un problema que necesita resolver. Al fomentar un ambiente de comunicación abierta y sincera, se puede reducir la posibilidad de malentendidos y conflictos innecesarios.

 

Consulta a un mediador

Algunos conflictos pueden ser difíciles de resolver por uno mismo. Si el problema persiste y no se puede avanzar, podría ser útil buscar a un mediador. Un supervisor o un especialista en recursos humanos puede proporcionar una perspectiva externa y facilitar la conversación, haciendo que ambas partes se sientan escuchadas. No dudes en buscar apoyo cuando sea necesario, ya que un mediador (incluso concertado por las partes en conflicto) puede ayudar a restaurar el equilibrio y hacer avanzar la resolución.

 

Aprende a negociar

La capacidad de negociar es fundamental en cualquier entorno donde surgen conflictos porque esta no es sólo acerca de ceder, sino de encontrar puntos en común que beneficien a ambas partes. Prepara tus argumentos (lógicos, sustentables, no unilaterales) y también está abierto a compromisos.

Utiliza un enfoque centrado en los intereses compartidos; esto puede ayudar a transformar un desacuerdo en una oportunidad para colaborar. Por ejemplo, si ambos tienen diferentes prioridades, intenta identificar cómo se pueden combinar esas prioridades para un resultado mutualmente favorable.

 

Manejar conflictos en el trabajo: No lo tomes personal

Recuerden que los conflictos son una parte natural del entorno laboral y no siempre son un ataque personal. Al mantener esta perspectiva, puedes abordar las situaciones con mayor objetividad y sin que tus sentimientos se vean comprometidos ni estar guardando recelos que escalen el problema supuestamente congelado.

Al lidiar con un desacuerdo, intenta separar tu valía personal de la situación. Esto te permitirá participar en discusiones difíciles sin que tus emociones influyan en tu juicio.

Lcdo. Argenis Serrano 

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