Sí, existe un lado oscuro en el éxito de muchos, especialmente cuando quieren dominar o entrometerse en varios temas y su preparación intelectual e inteligencia emocional no son capaces de dominar las situaciones, convirtiéndose en una mala influencia; de allí que sea difícil hacer una lista o compendio de los errores más comunes y criticados de los influencers, ya que cada día se superan en hacer uno peor.
La pregunta que Viena a colación es: ¿Culpa de la democratización de los medios o mal uso de la igualdad o no saber que la libertad de expresión amerita también cumplir deberes o de lo contrario, malogras y desperdicias tal derecho?; en lo personal,, creo que todo eso, junto.
El universo de los influencers se presenta como un escaparate de vidas perfectas, viajes soñados y productos codiciados. Sin embargo, detrás de los filtros y los likes, la realidad es mucho más compleja, y la crítica pública está siempre al acecho. A medida que su fama y sus ingresos crecen, también lo hace el escrutinio sobre sus decisiones, llevando a que ciertos errores se repitan y se conviertan en blanco de la indignación en redes.
¿Lo bueno?, no son todos y eso da esperanza; ¿Lo malo?, pues que los malos o vacíos, son demasiados y adorados, sea por lo que dicen que cala en el lado más absurdo de sus seguidores o porque salen en ropa íntima ante un micrófono jugando en alguna consola o viendo episodios de series viejas y “reaccionando”. Peor, los que quieren comer de a gratis, porque nunca vieron una simple clase de marketing, publicidad y ventas.
Uno de los fallos más recurrentes y severamente castigados es la falta de honestidad en las colaboraciones pagadas. La audiencia digital valora la autenticidad por encima de todo. Cuando un influencer promociona un producto sin indicar de forma clara y visible que se trata de publicidad (#ad, #publi), o peor aún, si simula un entusiasmo que no siente por el artículo, se considera una traición a la confianza. Este error no solo daña su reputación personal, sino que también erosiona la credibilidad de toda la industria.
Otro pilar de la crítica se centra en la desconexión con la realidad o la falsa humildad. Mostrar un estilo de vida de lujos extremos, constantemente fuera del alcance de la mayoría de sus seguidores, puede generar envidia, pero sobre todo, resentimiento. Esta sensación se agrava cuando el influencer intenta venderse como una persona "normal" o "humilde", a pesar de sus evidentes privilegios. La falta de sensibilidad o la publicación de contenido frívolo en momentos de crisis social o global son ejemplos que rápidamente se vuelven virales por las razones equivocadas.
La falta de profesionalismo y la cancelación son las consecuencias -debidas- por los errores de los influencers
En un plano más ético, los influencers son criticados a menudo por comentarios o actitudes inapropiadas, que son rápidamente catalogados como "cancelables". Las declaraciones insensibles, comentarios racistas, machistas o discriminatorios, incluso aquellos hechos años atrás y "rescatados" por los usuarios, suelen traducirse en una pérdida masiva de seguidores y la ruptura de contratos con marcas. El mensaje es claro: su plataforma de influencia conlleva una responsabilidad pública.
Finalmente, la mala gestión de las crisis es un error fatal. Cuando un influencer es descubierto en un error, la respuesta esperada por la audiencia es una disculpa sincera, que asuma la responsabilidad. En su lugar, muchos optan por borrar los comentarios negativos, culpar a terceros, o emitir "disculpas a medias" que solo empeoran la situación. Este intento de evadir la responsabilidad es percibido como arrogancia y falta de madurez, acelerando el proceso de la cancelación.
Para el influencer, la delgada línea entre el éxito y la crítica implacable pasa por mantener la transparencia, la sensibilidad y la coherencia con los valores que su comunidad espera. El público de hoy no solo consume contenido; exige rendición de cuentas.
Moraleja: Hay que ver a quién se sigue, pensando, ¿Yo quisiera una amistad así, que en algún momento me hará pasar un mal rato como se lo hace pasar a otros o con una monotemática vacía, repetitiva y grosera?
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