Siempre
he pensado que hacer una dieta debe ser una manera de mantener a la salud en
óptimas condiciones y no un castigo. Y que también el comer sanamente debe ser
considerado un placer que satisfaga todos los sentidos y las necesidades y no
una manera de sentirse más o mejores que otros por su alimentación.
Y
el haber realizado varios talleres de cocina saludable refrendaron mi sentir y pensar con conocimiento tangible,
opciones, habilidades y recetas que han hecho que mi familia y yo estemos más
serenos, fuertes, siempre satisfechos y abriendo nuestros ojos a combinaciones
y sabores que desconocíamos o aquellos que sólo veíamos en varios temas de revistas,
recetarios o en la televisión.
Comer sanamente
Darse
gustos pequeños pero puntuales, hacen que cualquier dieta tenga premios de
satisfacción. Pero bien que se puede lograr mucho más y comer sanamente
aprendiendo todo lo concerniente a la cocina saludable, que se refiere a un
enfoque culinario que prioriza el uso de ingredientes frescos, nutritivos y de
alta calidad, promoviendo la preparación de comidas que benefician a la salud y
el bienestar general.
Esta
se basa en la creación de platos que no sólo son sabrosos (y que deleitan, me
consta), sino que también aportan nutrientes esenciales para ayudar a mantener
un peso adecuado y poder prevenir enfermedades (recuerden que la boca es la
puerta al cuerpo y lo que por ella entra, bien o mal resulta, así que
procuremos que todo esté bien).
Este
tipo de cocina enfatiza el uso de ingredientes integrales, frescos y de
temporada, limitando el uso de azúcares añadidos, grasas saturadas y
procesados. Léase bien, limitando, haciendo que el comer sanamente no sea una
tortura de autocensura que termina enfermando psicológicamente y decepcionando,
por lo cual todo lo ganado comiendo sano, se pierda pronta y perjudicialmente.
Aspectos llamativos de la cocina saludable
Ingredientes frescos y de calidad: Se prioriza el uso de frutas, verduras, granos enteros,
proteínas magras y grasas saludables.
Bajo en azúcares y grasas saturadas: Se logra comer sanamente al establecer una equilibrada reducción
del uso de azúcares refinados y grasas poco saludables.
Métodos de cocción saludables: En la cocina saludable se hace votos y se enseña al
mejor asar, hervir, al vapor o saltear en lugar de freír. Ello, además de
ayudarnos a economizar en insumos y servicios, nos permite aprovechar los
reales sabores de los alimentos.
Porciones adecuadas: Comer sanamente (en o fuera de una dieta), siempre está
ligado al control del tamaño de las porciones para evitar el consumo excesivo,
como por igual el número de ingestas. Es comer con placer y quedar realmente
satisfechos, para que el cuerpo aproveche los nutrientes a buen tiempo.
Variedad de alimentos: Comer sanamente implica la incorporación de una amplia
gama de alimentos para garantizar una ingesta adecuada de nutrientes. Consulta
en las páginas especializadas y verás las prominentes tablas de alimentos a
escoger, ¡Nunca dejarás de disfrutar de lo bueno, aplicando la cocina
saludable!
Sostenibilidad: Sabrás aprovechar y acoplar tu cuerpo y el de tus comensales cercanos a
las diversas promociones de ingredientes locales y de temporada, contribuyendo
a un menor impacto ambiental.
Quienes promueven el comer sanamente a través de la cocina saludable
Nutricionistas y dietistas: Profesionales que asesoran sobre la alimentación y la
nutrición.
Chefs especializados: Cocineros que se enfocan en crear menús saludables en
restaurantes o servicios de catering, además de brindar talleres y cursos o
asesorar de manera presencial u online.
Cocineros domésticos: Personas que cocinan en casa siguiendo principios de
cocina saludable (tú y yo, somos parte de este sano ecosistema).
Educadores en salud: Docentes o facilitadores que enseñan sobre la
importancia de una alimentación saludable en escuelas y comunidades.
A quiénes está dirigida
Comer
sanamente a través de la cocina saludable se dirige (no limitativo) a:
Personas que desean mejorar su salud: Aquellos que buscan prevenir enfermedades o mejorar su
bienestar general.
Atletas y personas activas: Siempre necesitan una nutrición adecuada para mantener
su rendimiento.
Familias:
Para promover hábitos alimenticios saludables en niños y adultos y evitar
debilidad, males estomacales, ausentismo, desánimo, etc.
Personas con condiciones de salud específicas: Como diabetes, hipertensión o problemas digestivos que requieren
una dieta especial.
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